¿Regalo del cielo? ¿Milagro? Lo cierto es que esa pequeña luz de esperanza para el cuadro de Provincial Curico Unido de mantener la división, vino desde las alturas. Para algunos puede ser, un regalo más allá de lo terrenal, para otros no tanto, lo que sí está claro es que vino desde las alturas. ¡Sí! de las alturas de Calama. Rangers jugaba con 6 extranjeros en cancha por alrededor de 10 minutos, situación, que tal como le ocurrió a Curicó, debiese ser sancionada con la resta de 3 puntos. Del Solar y compañía asumen el error, y la desazón se instalaba en la hinchada rojinegra. Por su parte para los Curicanos, la ilusión sigue encendida por mantener la categoría.
En la semana habíamos pedido que estuviésemos todos en la Granja, apoyando a nuestro “Curi”. A los que estamos hoy, y a aquellos que siguen estando, pero que ya han marchado. ¡Y no fallaron! Ahí estuvieron, sentí la presencia de esos viejos que un día nos llevaron de la mano a la granja, y de aquellos otros, que ustedes pueden conocer mejor que yo, pero que siempre los vi. sentados junto a la albirroja.
El silencio de su mágico aliento (de los que ya se han ido) y aquel incansable de los que estábamos, se reflejaba en cada paso de nuestros jugadores, que con más corazón que fútbol, pudieron obtener un importante empate a 2 goles frente a Everton de Viña del Mar.
El oficio, y la experiencia del cuadro de Acosta, eran sin lugar a dudas los escollos más difíciles para el cuadro de Marcoleta. Esto sumado a la presión por conseguir el triunfo de los locales, el juego se tornaba de mucho ritmo ¡a ratos! Los albirrojos con más amor propio que fútbol, intentaban posicionarse en terreno visitante, pero Everton a base de la claridad, efectividad, y simpleza de Riveros, a las 13’lograban marcar la primera cifra, y ponerse en ventaja.
Curicó sintió el golpe, pero no bajo los brazos. Marcoleta desde la banca en el minuto 27 se la jugaba con un planteamiento más ofensivo, o por lo menos que le diera más control de balón. Es así que abandonan, Gutiérrez y Valenti, en su lugar ingresaban Flores y Rojas respectivamente así como en el minuto sagrado (33)- como diría un relator- el volante argentino se mete en área rival donde es derribado y Osses-juez del encuentro no duda en marcar la pena máxima. Frente al balón el mismo Flores que con tiro suave vence a Dalsasso, y lo gritábamos todos.
Everton sin perder su línea de juego, en el cual todos lo balones pasaban por la “aduana” evertoniana (Riveros), a bases de pelotazos profundos complicaban a los locales que se instalaban en terreno “oro y cielo”. Corría el minuto 41 de la primera etapa y un balón que por derecha lo recibe “Maxi” Pérez este que la cambia de lado donde aparece solo Saavedra por el segundo palo de Vásquez, y la incertidumbre una vez más se sentaba en la granja, era el 2 a 1 para Everton. Pero no estaba todo dicho antes del primer período. Faltaba un minuto para que se cumplieran los 45 y Rocco le comete penal a Díaz, y Osses sin vacilar se dirije al punto penal.La granja expectante, Dalsasso que se queda en el centro del pórtico y contenía el tiro suave del sempiterno goleador curicano. Se iban al descanso los 22 jugadores con Everton arriba en el marcador.
El café sí que fue cargado en el camarín local. Los ánimos estaban algo alterados, pero Marcoleta descomprimió el ambiente y manda a Moreno en lugar de Johan Fuentes que no hacía un mal partido.Los locales seguían en busca rápidamente de la paridad, la cual llego tras buena jugada de Flores y Albornoz para que este último con calidad levantara el balón ante la salida del portero visitante y decretara lo que a la postre sería el empate definitivo.
Sobre el final lo pudo definir Everton tras carreron de Pérez pero Vásquez estuvo soberbio enviando la pelota al corner, como pagando el error cometido frente a O´higgins, el “chuleta” mantenía la paridad.
Antes del inicio del encuentro el empate no servía, la consigna era ganar o ganar Pero en la granja y en las alturas, siempre habrá un albirrojo que este alentando a nuestro “Curi”. Esta vez no fue la excepción, en las alturas de Calama, Oscar Del Solar cometía ¡quizás! el error de su vida, y desde las alturas de los cielos de la granja, bajaba una luz de esperanza de poder mantener la división. ¿Justicia divina? ¿Milagro? ¿Regalo? ¿La mano de Dios?, han sido frases que nacieron en esto que se llama fútbol, cada uno le pondrá el “apellido” que estime conveniente, yo le llamo empate divino.
En la semana habíamos pedido que estuviésemos todos en la Granja, apoyando a nuestro “Curi”. A los que estamos hoy, y a aquellos que siguen estando, pero que ya han marchado. ¡Y no fallaron! Ahí estuvieron, sentí la presencia de esos viejos que un día nos llevaron de la mano a la granja, y de aquellos otros, que ustedes pueden conocer mejor que yo, pero que siempre los vi. sentados junto a la albirroja.
El silencio de su mágico aliento (de los que ya se han ido) y aquel incansable de los que estábamos, se reflejaba en cada paso de nuestros jugadores, que con más corazón que fútbol, pudieron obtener un importante empate a 2 goles frente a Everton de Viña del Mar.
El oficio, y la experiencia del cuadro de Acosta, eran sin lugar a dudas los escollos más difíciles para el cuadro de Marcoleta. Esto sumado a la presión por conseguir el triunfo de los locales, el juego se tornaba de mucho ritmo ¡a ratos! Los albirrojos con más amor propio que fútbol, intentaban posicionarse en terreno visitante, pero Everton a base de la claridad, efectividad, y simpleza de Riveros, a las 13’lograban marcar la primera cifra, y ponerse en ventaja.
Curicó sintió el golpe, pero no bajo los brazos. Marcoleta desde la banca en el minuto 27 se la jugaba con un planteamiento más ofensivo, o por lo menos que le diera más control de balón. Es así que abandonan, Gutiérrez y Valenti, en su lugar ingresaban Flores y Rojas respectivamente así como en el minuto sagrado (33)- como diría un relator- el volante argentino se mete en área rival donde es derribado y Osses-juez del encuentro no duda en marcar la pena máxima. Frente al balón el mismo Flores que con tiro suave vence a Dalsasso, y lo gritábamos todos.
Everton sin perder su línea de juego, en el cual todos lo balones pasaban por la “aduana” evertoniana (Riveros), a bases de pelotazos profundos complicaban a los locales que se instalaban en terreno “oro y cielo”. Corría el minuto 41 de la primera etapa y un balón que por derecha lo recibe “Maxi” Pérez este que la cambia de lado donde aparece solo Saavedra por el segundo palo de Vásquez, y la incertidumbre una vez más se sentaba en la granja, era el 2 a 1 para Everton. Pero no estaba todo dicho antes del primer período. Faltaba un minuto para que se cumplieran los 45 y Rocco le comete penal a Díaz, y Osses sin vacilar se dirije al punto penal.La granja expectante, Dalsasso que se queda en el centro del pórtico y contenía el tiro suave del sempiterno goleador curicano. Se iban al descanso los 22 jugadores con Everton arriba en el marcador.
El café sí que fue cargado en el camarín local. Los ánimos estaban algo alterados, pero Marcoleta descomprimió el ambiente y manda a Moreno en lugar de Johan Fuentes que no hacía un mal partido.Los locales seguían en busca rápidamente de la paridad, la cual llego tras buena jugada de Flores y Albornoz para que este último con calidad levantara el balón ante la salida del portero visitante y decretara lo que a la postre sería el empate definitivo.
Sobre el final lo pudo definir Everton tras carreron de Pérez pero Vásquez estuvo soberbio enviando la pelota al corner, como pagando el error cometido frente a O´higgins, el “chuleta” mantenía la paridad.
Antes del inicio del encuentro el empate no servía, la consigna era ganar o ganar Pero en la granja y en las alturas, siempre habrá un albirrojo que este alentando a nuestro “Curi”. Esta vez no fue la excepción, en las alturas de Calama, Oscar Del Solar cometía ¡quizás! el error de su vida, y desde las alturas de los cielos de la granja, bajaba una luz de esperanza de poder mantener la división. ¿Justicia divina? ¿Milagro? ¿Regalo? ¿La mano de Dios?, han sido frases que nacieron en esto que se llama fútbol, cada uno le pondrá el “apellido” que estime conveniente, yo le llamo empate divino.
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